Este año que ya dejamos atrás, y qué decir la Navidad no ha sido una época especialmente alegre. Muchas personas han perdido a seres muy queridos, trabajos, el corazón sigue llorando, otros hemos estado alejados de nuestros familiares para cuidarnos de esta amenaza invisible y y nuestra energía y nuestra psique está como poco tocada.
Dejando a un lado a las personas que están pasando por una tragedia, y que tienen un camino que recorrer me pregunto qué ocurre cuando no nos han pasado grandes males, y solo nos fijamos en lo que no tenemos o no podemos hacer, en lo que nos falta, y todo lo que oímos a nuestro alrededor más de lo mismo…
Como propuesta de inicio de año, te invito a que rompamos esa círculo vicioso, y que hagamos un sencillo ejercicio de Actitud Positiva, donde vamos a trabajar La Gratitud.
La Gratitud es algo mágico, primero porque enfoca la mente en lo positivo, en todo lo que tenemos, y no me refiero a cosas materiales, si no a toooodo lo que nos rodea, y además moviliza una energía muy poderosa y sanadora, permitiendo abrir la mente y nuestro ser, al otro lado de las cosas, que también existen y que por desgracia no solo no le damos importancia, si no que no somos conscientes de ellas.
*La primera parte consiste en hacer una lista de cosas buenas que tengas. Y te invito a que empieces por la silla donde estás sentad@., la ducha que te has dado al levantarte y la cama sobre la que has dormido. Incluso el móvil donde estás leyendo estas palabras. No te frenes y escribe tooodo lo que se te vaya ocurriendo, hasta lo que te pueda parecer ínfimo.¡¡ Todo suma!!
Cuando terminéis de escribir las cosas materiales, porque es probable que muchos empecéis por esa parte, céntrate en las personas que tienes, los amigos, los maestros, los vecinos… y por último céntrate en las emociones y actitudes positivas que eres capaz de generar.
Repito, solo céntrate en lo positivo. Y en verdad da igual el orden, solo deja que tu mente vaya encontrando todas esas cosas por las que agradecen que existan en tu vida.
Cuando termines, observa todo lo escrito…y pregúntate, ¿realmente no tengo motivos para agradecer todo lo que tengo?
*La segunda parte consiste en que, al día siguiente a confeccionar la carta, desde el momento que abras los ojos y suene el despertador, agradezcas cada cosa que estés haciendo en el momento en el que lo estés haciendo.
Por ej:. Si me estoy duchando, y siento el agua caer agradece ese gesto, esa ducha, ese momento… y cuando tomes ese café, agradece su sabor, su calor, su dulzor… y así con todo! 😀
Te puedo asegurar que si lo haces moverás una energía diferente para empezar el día.
Obviamente, la vida es un camino, y habrá muchos momentos de las que no nos surja la gratitud. Hay momentos en lo que nos toca vivir duelos, colocar situaciones que nos ocurren en diferentes aspectos de nuestra vida y por supuesto, que hay momentos en los que ante determinadas situaciones nos derrumbamos y es en necesario ese derrumbe.
Si nos toca vivir un duelo, llorar una pérdida, una separación, un trabajo, una ruina, lo que sea que nos duela, llorémosla, permitámonos atravesar el dolor, darle el espacio que necesitemos para que todo eso pueda sanarse, y cuando se pueda intentemos transformarlo en algo que nos aporte. El dolor es inevitable pero el sufrimiento es opcional y en muchas ocasiones las ruinas son el camino de la transformación.
Entonces te invito a que te preguntes, que puedes hacer para poder construir un buen año, de pequeños pasos como este que te propongo le damos la posibilidad a tu mente y a tu energía de situarnos en otro lado del tablero,…
¿Y si lo intentamos?
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