Una de las características que nos aporta el yoga es la de la unión de cuerpo y mente para encontrar el equilibro a nivel global, esto es algo innegable y tanto si llevas poco tiempo practicando yoga como si llevas más tiempo lo más relevante que se observa cuando finalizas una clase, es que respiras mejor, tu mente está más centrada y tu energía equilibrada.
Luego si profundizamos un poco más y a medio plazo, podríamos hablar de la mayor oxigenación del cuerpo, de la mejora física de nuestros músculos y huesos, de una mejor concentración, y de nuestro estado anímico, …y un largo etcétera. Partiendo de la base de que la práctica de yoga siempre y en cualquier momento nos aporta bienestar, decidí investigar un poco y durante un mes cada semana practiqué yoga en un momento del día dejando la última semana para mi propia demanda, ya que también es interesante atender a como somos y lo que nos gusta…
En Respira Yoga tenemos clases en los diferentes horarios para que puedas encontrar ese espacio que más se ajusta a ti y a tus necesidades.
Practicar yoga por la mañana
Si eres de los que les gusta madrugar y no eres perezoso al sonar el despertador, puede ser un buen momento para ti practicar yoga a primera hora de la mañana. Para mí, que soy de las que le dan al snooze varias veces, tuve que hacer un pequeño esfuerzo para levantarme de la cama, aunque he de reconocer que la sensación tras la práctica fue muy gratificante.
Tras vencer el sueño, con media hora de practica sentía el cuerpo estirado y la energía lista para afrontar el día. Me sentía más despierta que nunca, y sin pereza para ponerme a trabajar. Incluso me sentía incluso más creativa, ¡¡ y con ganas!!
Es verdad que la práctica de la mañana se caracteriza por ser una práctica más activa, con más movimiento y eso hace que se activen nuestras células y podamos sentir ese aumento de energía. También la luz de la sala es importante, ya que lo ideal es que la sala donde practiques yoga, esté bien iluminada y si puede ser con la luz natural de la mañana.
Si eres principiante con una práctica incluso de 10-15minutos ya notarás los beneficios y ya si aprovechas para una pequeña meditación potenciarás tu concentración para la mañana y si lo practicas durante un tiempo sentirás que esa sensación tras finalizar la clase te acompaña durante todo el día.
La práctica de media tarde o de mediodía como las clases que tenemos en Respira yoga, se parecen a las prácticas de la mañana y se caracterizan principalmente para volver a equilibrar. Venimos de una mañana de trabajo o de solucionar diferentes temas en nuestro día, y nos queda medio día por recorrer.
Para mí, esa semana que estuve haciendo una práctica antes de comer, fue como encontrar ese compromiso conmigo misma para recolocar el cuerpo, soltar el estrés de la mañana, y encontrar un espacio donde conectar con la relajación. A veces, cuando estamos en la vorágine del día, se nos olvida que hay que soltar de vez en cuanto.
Al terminar sentía el cuerpo relajado, descansado, descongestionada de estrés y de quehaceres, con más energía, sin contar el buen ánimo en comer, y es más, ¡os aseguro que mis digestiones eran muy buenas!
Os recomiendo este horario si trabajáis en una oficina con mucho estrés o en un comercio, con jornada partida con tiempo de sobra a la hora de la comida una hora. Os dará tiempo a hacer algo diferente, desconectar, cambiar de aires, relajarse bien y …con el cuerpo como nuevo, ¡a comer!!
Una práctica de yoga más tarde noche, nos aporta esa parte de final del día en el que vamos bajando la energía para poder descansar mejor. os recuerdo que además de unos buenos hábitos alimenticios y de ejercicio, un buen descanso repara el cuerpo y la mente y es fundamental.
Son prácticas que, aunque haya una parte activa, la última parte de la clase va dirigida a ir bajando la energía y llevándonos a soltar, a relajarnos completamente y a esa búsqueda de interiorización. Yo conecto muy bien con las prácticas de la tarde, porque me ayudan a encontrarme con las sensaciones de cómo ha ido el día en mi cuerpo, cuánto ruido mental tengo, y sobre todo me ayuda a dormir y descansar. La luz de la sala suele ser tenue para esa búsqueda de interiorización y relajación.
Tras una clase al final del día, te sentirás relajado, oxigenado y con la energía adecuada para dormir del tirón. Son clases muy terapéuticas si tienes un ritmo diario lleno de estrés
Y os preguntaréis. ¿Qué ocurrió la última semana? Jaja ¡Pues me ocurrió lo mejor! Hubo días en los que sonó el despertador y me levanté a hacer una pequeña practica antes de irme a trabajar; al mediodía, sentía la necesidad de encontrar un espacio para hacer al menos 10-15min de yoga, y descubrí que casi todas las noches buscaba mi cojín sino para practicar yoga, sí para un momento de meditación. Jajaja! Fue un experimento fantástico y te recomiendo que pruebes según tu energía, y que le des un plazo para experimentar los beneficios que cada practica te aporta según el momento del día.
Y a ti, ¿Cuándo te sienta mejor? :))
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