YOGA PARA PRINCIPIANTES

A menudo cuando hablo del yoga con personas que no lo practican, surgen algunas ideas que se repiten:

  • Flexibilidad “uy, yo es que no soy nada flexible” o..
  • Temor ante las asanas: ” yo no podría hacer muchas posturas..” o
  • Niveles en el yoga: “yo tendría que ir a clases para principiantes..”.

Viendo en muchas redes sociales personas realizando posturas casi acrobáticas, con cuerpos esbeltos, ect.. es normal que veamos reflejado el yoga en básicamente los asanas, y muchas personas pueden pensar que si uno no hace esas posturas, entonces no hace yoga, pero nada más lejos de la realidad.

Por un lado, vivimos en una sociedad donde cada vez más nos “empuja” de alguna manera a sobresalir, a ser los mejores y a competir, y puede que creamos que el yoga también forma parte de todo eso, pero es todo lo contrario. El yoga es una disciplina global que nos ayudarnos a encontrar el equilibrio, cuerpo, mente y energía. En el yoga, la autoexigencia se queda al otro lado de la puerta de la clase. Necesitamos alejarnos de esa competitividad con el otro, para dirigirnos a una escucha amable primero de nuestro cuerpo, de nuestra mente y de nuestra respiración.

Es entonces con un tiempo de practica ayudando en el proceso, cuando entendemos que el yoga nos invita a volver a casa, a lo esencial, a percibir el cuerpo como un amigo al que necesitamos cuidar ya que él cuida de nosotros de manera continua.

Cuidando el cuerpo, percibiendo las tensiones que nuestro cuerpo nos muestra podemos reconocer las emociones que se esconden y a través de ellas, saber qué es lo que nos inquieta, asusta y limita.

El yoga en definitiva es un camino de autoconocimiento donde la postura (Asana) se adapta a nosotros para eliminar la presión de nuestra falta de flexibilidad o nuestro temor a ella.

Además, el yoga no es solamente las Asanas, el yoga es mucho más… de hecho la filosofía del yoga establece Asana es el tercero de los pasos hasta llegar al conocimiento o a la revelación de la verdad.

  • Yama
  • Niyama
  • Asana
  • Pranayama
  • Pratyahara
  • Dharana
  • Dhyana

Asana en la tradición del yoga está en el número 3, y es en las clases donde aprovechamos para ir incorporando cada uno de estos pasos a nuestros alumnos.

En la filosofía del yoga, primero necesitamos empezar a entender como nos relacionamos con el mundo y con nosotros mismos con los Yama y Niyamas.

El trabajo del Yamas y Niyamas es algo lento, progresivo, también potente y muy enriquecedor porque salimos del automatismo para darnos cuenta de los patrones que llevamos con nosotros, de los condicionamientos sociales de nuestro alrededor para poder cambiar.

Las Asanas, es donde podemos liberar el cuerpo de tensiones, ayudándolo a que el flujo energético circule adecuadamente y donde empezamos a trabajar estos yamas y niyamas en nosotros. Ahimsa (la no violencia), Satya (la verdad), Santosa (la actitud de sentirse contento a pesar de las circunstancias que podamos tener9… son algunos de los 10 yamas y niyamas que se cultivan en las clases de yoga, para luego con una visión honesta y bondadosa ir llevándolos a nuestra vida diaria.

El pranayama nos ayuda a controlar la energía vital, el prana en muestro cuerpo, así podemos darnos cuenta de nuestros estados internos y nos ayuda a calmar la mente.

Dharana, la concentración plena, es un paso indispensable para llegar a la meditación profunda o dhyana. En las clases observamos con atención plena nuestro cuerpo, nuestra respiración, que energía o proceso que se va produciendo en nosotros para desde ahí poder establecernos en la postura en un acto meditativo…

Es cierto que en la vida actual donde la prisa, la autoexigencia y la corriente social nos arrastra a lugares a veces oscuros, la práctica de yoga nos ayuda a cultivar la presencia, la bondad, la compasión con nosotros mismos para poder desarrollar un gesto compasivo hacia las circunstancias que nos rodean. Quizás muchos hayamos empezado a practicar yoga por dolores musculares o por el estrés, pero el cambio que se produce en nosotros tras un tiempo como practicante nos hace reconocer el yoga como una disciplina que abarca todo mi ser y se proyecta a mi vida en general.

Tipo de yoga, como nombres somos capaces de crear, pero la base seguirá siendo la misma, así que te animo a que pruebes, investigues en las sensaciones que tienes, te des un tiempo de un par de meses de practica continuada y luego nos cuentes.

 

Deje un Comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

*
*